Charles Darwin: Un cambio de abuelos.

Charles Darwin en 1880

¿Quién no ha oído nunca eso de que “el hombre viene del mono”? Pues sí, parece ser que a partir del siglo XIX el hombre pasó de ser hijo de Adán y Eva a ser descendiente de un mono. Este cambio de ancestros se lo debemos en gran parte a Charles Darwin, así como la incorporación de expresiones como “teoría de la evolución” o “la selección natural de las especies”. Es considerado el padre de la Biología Moderna.

Pero ¿quién fue Charles Darwin?

C. Darwin en 1816, con 7 años.

Charles nació en una familia acomodada de Shrewsbury, Inglaterra, el 12 de febrero de 1809 y fue el penúltimo de seis hermanos, aunque tuvo la desgracia de perder a su madre a la temprana edad de 8 años. A esa edad, empezó a interesarse por la Historia Natural (biología, botánica, geología, etc..) y por el coleccionismo. Coleccionaba todo lo que se le ponía por medio, desde sellos a minerales, hojas o insectos. Cuando era adolescente, su padre, médico de lo profesión, se lo llevaba como aprendiz antes de que él mismo empezara en la Universidad de Edimburgo los estudios de Medicina para seguir con la tradición familiar (su abuelo, Erasmus Darwin, fue también un reconocido médico y naturalista que tuvo una notable influencia en su nieto). Allí, además de sus correspondientes asignaturas, leyó y estudió a grandes científicos y naturalistas y empezó a mostrar más interés por estas disciplinas que por su propia carrera, a lo que había que añadir la aversión que tenía a la cirugía y las autopsias, que se le hacían insoportables.

La falta de interés del joven Darwin por sus estudios (se entretenía demasiado analizando invertebrados, moluscos, insectos, plantas y otras especies), decantaron a su padre por cambiarle de universidad (a Cambridge) para que se formase en letras y teología. En el Christ's College de Cambridge tampoco se centró mucho. Su afición a montar a caballo, la caza, los amigos, la pintura, la música, su afán por las colecciones (hizo una muy importante de escarabajos) y las ciencias naturales lo alejaban del objetivo por el cual estaba allí: convertirse en pastor de la Iglesia. Sin embargo, leyó mucho sobre lo que a él le interesaba: la adaptación biológica al medio, la leyes que rigen la naturaleza, el razonamiento basado en la observación o la mano de Dios en todo eso, y empezó a escribir y a publicar cosillas en revistas científicas, lo que le granjeó una cierta popularidad. También en el Christ's College, conoció a alguien que iba a ser muy determinante en su vida, el profesor, botánico, entomólogo y reverendo anglicano John Henslow, del que llegó a ser un alumno y amigo inseparable durante muchos años.

Al volver a casa después de pasar unos días por Gales estudiando estratos geológicos con el geólogo Adam Sedgwick y unos amigos, se encontró con una carta de Henslow, en la que le proponía participar como naturalista sin retribución en la expedición alrededor del mundo del HMS Beagle, un barco de exploración británico capitaneado por Robert Fitz-Roy y que saldrían en su segunda misión un mes más tarde. El enorme entusiasmo de Charles por el proyecto y la intermediación de su tío Josiah Wedgwood, vencieron a la firme oposición de su padre a que se embarcara en tan descabellada misión.

El viaje del Beagle: Un antes y un después en nuestros orígenes.

El Beagle. Ilustración de R. T. Pritchett 1890

Con un par de meses de retraso por averías en el barco, el Beagle zarpó del puerto de Davenport (en la bahía de Plymouth) el 27 de diciembre de 1831. Este tiempo de espera había puesto a Darwin de los nervios: ataques de ansiedad, palpitaciones, dolor en el pecho… Y eso que no se había enterado de que el capitán Robert Fitz-Roy, seguidor de las teorías fisiognómicas (analizar a una persona por sus rasgos faciales), había concluido que las narices de Darwin indicaban que no era apto para una misión de esa envergadura y que se había planteado dejarlo en tierra. Pero por fin, partieron. Y no regresarían hasta casi cinco años después. 

La misión del Beagle era fundamentalmente topográfica. Se trataba de cartografiar las costas de Sudamérica, la Patagonia y Tierra de Fuego, algunas islas del Pacífico, pasar por Oceanía y el sur de Africa, entre otras, estudiar las corrientes marinas, calcular distancias, longitudes y latitudes y medidas cronométricas. El trabajo de Charles Darwin consistiría en estudiar lo que se encontraban en tierra firme, desde la geología a la fauna y la flora.

Recorrido del Beagle

Durante todo el viaje, fue cogiendo muestras de todas las cosas y de todo tipo, animales, vegetales y minerales que mandaba a Cambridge para su estudio. Todo lo escribía y de todos sus descubrimientos mandaba cartas detalladas a la universidad y a su familia. También durante todo el viaje sufrió mareos en la navegación y tuvo algún otro percance con la salud, quizás debido a la infección de la picadura de algún insecto.

A continuación, unos cuantos ejemplos de todo lo que aportó ese viaje a Darwin y, a la postre, a toda la humanidad:

🌋En Cabo Verde, su primera escala, descubrió estratos de restos fosilizados de conchas marinas mezclados con roca volcánica, por lo que dedujo que eso había formado parte del fondo marino, que los continentes se mueven y cambian de forma y de orografía muy lentamente a lo largo de los tiempos (principios uniformistas), teoría que ya había formulado James Hutton en el siglo anterior y que defendía el geólogo Charles Lyell. Darwin acababa de leer el libro Principios de geología del joven Lyell (tenía solo doce años más que Darwin) que le había prestado el capitán Fitz-Roy. James Hutton primero y Charles Lyell después, son considerados los fundadores de la Geología Moderna. En contraposición a esta teoría estaban los defensores de los principios "catastrofistas", que abogaban porque la configuración del mundo estaba modelada por grandes catástrofes y cataclismos en un espacio más breve de tiempo.

🌲Cuando estuvo estudiando en Edimburgo se hizo amigo de un esclavo negro liberto que le enseñó el arte de la taxidermia, lo que pudo influir en que, aunque en Brasil disfrutó mucho de la selva tropical, quedó desolado con las prácticas esclavistas del país.

🌄En Argentina descubrió restos de animales prehistóricos extinguidos hace millones de años, lo que supuso la primera piedra para su teoría de la evolución de las especies. Además de sus estudios por la naturaleza, se interesó por los hombres, las culturas, las formas de convivencia y la antropología de los pueblos con los que se iban encontrando. El día del 25 cumpleaños de Darwin les pilló navegando por la Tierra del Fuego y el capitán Fitz-Roy le regaló una montaña, la más alta de Tierra del Fuego. Aún hoy lleva el nombre de Monte Darwin y es uno de los terrenos más inhóspitos del planeta.

🐢En las Islas Galápagos estudió gran cantidad de aves y tortugas, observando las diferencias entre los ejemplares de unas y otras islas y cómo estas diferencias podían suponer una adaptación al entorno.

🌏En Australia estudió animales extraños como el ornitorrinco y pudo constatar el desaguisado que estaban haciendo las colonias europeas con los aborígenes.

🌍En Ciudad del Cabo conoció al científico y astrónomo John Herschel, (hijo de William Herschel, músico y astrónomo que, junto con su hermana Caroline, descubrió el planeta Urano e hicieron los telescopios más potentes de la época). J. Herschel, que era ya una eminencia en Gran Bretaña, había ido al extremo de Africa para estudiar y catalogar estrellas y cuerpos celestes, y allí se interesó sobremanera por las leyes que regían la naturaleza y el origen de las especies. Este encuentro influyó posteriormente en la obra de Darwin y supuso para ellos una amistad que duró toda la vida.

El Beagle recorrió cientos de costas y de Islas, se recogieron miles de especímenes de todas clases, se investigaron tierras, corrientes marinas y atolones. Ahora quedaba sentarse a estudiar sobre todo eso.

Darwin: Un único viaje, una casa, mucho trabajo.

Darwin con 31 años.
Acuarela de George Richmond.

Cuando el 2 de octubre de 1836 atracaron en Falmouth (Cornualles-Inglaterra), Charles Darwin era ya una celebridad. Sedgwick y Henslow habían estudiado con entusiasmo las muestras que Darwin iba enviando a la universidad y le habían acreditado como un gran observador y naturalista en los círculos científicos. Su padre, que había dejado marchar a un chico inconstante y díscolo, se encontró con un hombre (de 27 años) centrado y convertido en un referente para la ciencia. Así que se convirtió en algo así como un “manager”. Buscaron zoólogos, botánicos, geólogos etc., que clasificaran y estudiaran la cantidad ingente de material que había ido enviando y que estaban guardadas en los almacenes de la universidad, hicieron giras por los círculos más notables donde tuvo la ocasión de conocer personalmente a Charles Lyell, quién entusiasmado, le presentó al paleontólogo Richard Owen, el cual se encargo del trabajo con los fósiles de animales prehistóricos. Fueron meses de mucho trabajo se investigación, mucha actividad social, muchas conferencias. Además reescribió sus diarios del viaje, que publicó en 1839 y que fueron un gran éxito.  También le acuciaron sus problemas de salud, seguramente originados por el exceso de trabajo (durante toda su vida Darwin fue un trabajador incansable), por algo no terminado de curar en su gran travesía o por alguna insuficiencia cardiaca. Su mala salud le acompañó toda la vida.  También en 1839 entró a formar parte de la Royal Society de Londres.

Darwin y su hijo mayor
 William Erasmus. 1842

En enero de este año se había casado con su prima Emma Wedgwood y se habían mudado a vivir a Londres, aunque poco después se fueron a vivir a una casa de campo, Down House, a las afueras de la ciudad, donde esperaba tener más tranquilidad para su trabajo. Tuvieron diez hijos, seis chicos y cuatro chicas, pero dos niñas y un niños murieron en la infancia. Darwin fue un gran padre, cariñoso y preocupado por sus hijos. Sufrió mucho con la muerte de los tres pequeños. Pensaba si, de alguna manera, su delicado estado de salud o la consanguinidad con su esposa pudieran haber afectado a la tragedia. 

Darwin era, en principio, una persona con convicciones religiosas unitaristas (el unitarismo es una corriente del protestantismo que aboga por un Dios único y unipersonal y por tanto Jesús no es Dios), no en vano se iba a hacer pastor. Cuando murió su hija Annie en 1851 con 10 años, quedó tan destrozado que se alejó de la Iglesia y empezó a considerarse, en el mejor de los casos, agnóstico.

En los primeros años en Down House, Charles Darwin experimentó probando cruces entre animales haciendo pruebas con plantas y escribió mucho sobre geología, animales invertebrados y pequeños animales marinos y sobre percebes (los escritos sobre percebes tuvieron una gran acogida entre los expertos en percebes). Luego, animado por Lyell y por el botánico y explorador Joseph Dalton Hooker, se puso a trabajar en serio sobre su teoría sobre la evolución de las especies y la selección natural. Aunque Darwin se había puesto a ello muchas veces, había terminado renunciando a su publicación, pues había un amplio sector de la sociedad científica que eran “fijistas”: venía a ser la oposición más tradicional y religiosa que defendían que todo estaba igual desde la Creación (no se podía contradecir a la obra de Dios). En ello estaba cuando recibió un manuscrito del naturalista Alfred Russel Wallace, que estaba en el archipiélago malayo, donde exponía la misma teoría sobre la evolución que él estaba escribiendo. Ante el hecho de parecer el suyo un plagio, aparcó el trabajo. Sin embargo, por mediación de Lyell y el botánico Joseph D. Hooker, que le aconsejaron resumir el trabajo, ambos trabajos manuscritos, el de Darwin y el de Wallace, fueron presentados el mismo día: 1 de julio de 1858 ante la Sociedad Lineana de Londres.

Darwin y Wallace mantuvieron toda la vida una cordial relación y un fluido intercambio de ideas, muestras y conocimientos. Sin embargo, el segundo reconocería el trabajo, el tesón de Darwin eran superiores al suyo y que la primera autoría de la teoría de la selección natural de las especies era de Darwin. 

Este incidente hizo que Darwin tuviera que trabajar a destajo para publicar su obra y olvidarse de la opinión de los detractores. Así, el 24 de noviembre de 1859 vio la luz el libro Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida, abreviado como El origen de las especies y que fue, inmediatamente, un rotundo éxito en ventas. 

La gran obra de Darwin: El origen de las especies.

Primera edición de El origen de las especies.

Antes que Darwin, el francés Jean Baptiste Lamarck (1744-1829), ya había acuñado el término "biología" para hablar de los seres vivos y había hablado de la "evolución de las especies" en su libro Filosofía zoológica publicado en 1809. Lamarck propone una teoría por la cual las especies empiezan ya con una forma elemental y básica y después se van adaptando al medio usando o perdiendo órganos según los necesiten o no, y que esta herencia de caracteres adquiridos se transmite a la descendencia. Darwin, por su parte, aboga por la selección natural,  la lucha por la existencia y la supervivencia de los más aptos.

Sirva el ejemplo de la jirafa. En principio para ambos sería una especie de antílope de cuello normal que comía hojas de árboles. Con la evolución, para Lamarck este antílope, a fuerza de estirar el cuello para comer, se iría alargando y esta herencia se trasmitiría a los hijos (a lo largo del tiempo, claro). Para Darwin, por algún azar, abría algún antílope que tendría el cuello más largo y, por azar, otros lo tendrían más corto. Los primeros sobrevivirían y transmitirían su herencia genética y por contra, los otros se extinguirían.

Jean Baptiste Lamarck fue un enorme biólogo y naturalista que nos ha dejado grandes trabajos. Adelantado a su tiempo y por tanto muy criticado también en los círculos científicos, tuvo, además, la desgracia de caer mal a Napoleón. Murió olvidado, ciego y en la indigencia al cuidado de sus hermanas.

En El origen de las especies, Darwin trata de explicar sus deducciones de todo lo que vio, analizó, observó, investigó y  vivió en su viaje en el Beagle: Cómo las distintas especies se van adaptando al medio para sobrevivir suprimiendo a los más débiles de las mismas. Que en un principio solo había un espécimen original y que este, tras sucesivos cambios y adaptaciones al medio de los más fuertes, había dado lugar a la creación de nuevas especies. Que cualquier especie, al adaptarse al medio, presenta diferencias entre generaciones u origina otras distintas. Cómo esto las va cambiando poco a poco, trasmitiendo estos cambios de padres a hijos (aún se desconocía el tema de la mutación genética). Cómo la selección natural hacía que sobrevivieran los más fuertes, puesto que tenían más recursos para adaptarse en la alimentación, al medioambiente y más capacidad para reproducirse y traspasar su mejor herencia genética. Esto sería un proceso muy muy muy largo en el tiempo.

Thomas Henry Huxley hacia 1880

Aunque en este libro no toca el origen del ser humano, implícitamente se suponía que participábamos de la misma evolución.

Como Darwin temía, la oposición (científica, filosófica y fundamentalmente religiosa) y las críticas a sus teorías tampoco se hicieron esperar. Tristemente para Darwin, sus antiguos profesores y que más le habían ayudado, Sedgwick y Henslow y el capitán del Beagle Robert Fitz-Roy entre otros, descartaron rotundamente sus teorías. Este movimiento en su contra fue capitaneado por el paleontólogo y anatomista Richard Owen, quien años atrás había trabajado con entusiasmo con sus fósiles. Como valedores de Darwin se alzaron el joven zoólogo Thomas Henry Huxley, que lo hizo con tanto entusiasmo y tanta vehemencia que se ganó el apodo de “el bulldog de Darwin”, y el botánico Joseph Hooker. Sus amigos, el médico y botánico estadounidense Asa Gray y el geólogo Charles Lyell, si bien estaban de acuerdo con la parte de los cambios geológicos, no así en cuanto a la evolución, y mucho menos en cuanto a que todo provenía de un único espécimen, pues era contrario a las escrituras. Él, aquejado por sus crónicos problemas de salud, procuró mantenerse ajeno a los agravios y los insultos que contra él y su obra se proferían.

Otras obras de Darwin.

Aunque lo más conocido de Darwin es El origen de las especies, no fue lo único. A la zaga de este le sigue el también polémico El origen del hombre, publicado en 1871. En este expone las coincidencias biológicas entre el hombre y los primates. La prensa conservadora de la época lo ridiculizaba con jocosas caricaturas transformado al propio autor en medio-mono. Explica que el hombre es la evolución de otro ser inferior, que la selección natural se basa en la sexualidad (la mujer domina en la elección para el apareamiento) e intuye que la raza humana viene de África, como se ha demostrado después. Estudia sobre comportamientos sociales y culturales así como la psicología y la ética evolutivas. Hace reflexiones sobre las capacidades y evoluciones de las distintas razas o los distintos sexos, con algunas de las cuales hoy día no estaríamos de acuerdo por una posible interpretación racista o sexista.

Caricatura de Darwin. Revista Hornet. 1871

Además de estas dos grandes y universales obras, Charles Darwin, trabajador infatigable, estudió, investigó y escribió toda su vida, muchas veces con la colaboración, el trabajo y el apoyo de su fiel amigo Thomas Henry Huxley, dejándonos entre otros, los siguientes libros:

1839. Viaje de un naturalista alrededor del mundo o El viaje del Beagle.

1842. La estructura y distribución de los arrecifes de coral. 

1859. El origen de las especies.

1871. El origen del hombre y la selección en relación al sexo.

1868. La variación de los animales y de las plantas bajo la acción de la gran domesticación .

1871. La descendencia humana y la selección sexual.

1872. La expresión de las emociones en el hombre y en los animales.

A partir de aquí, se dedicó fundamentalmente a una vida más tranquila y a la botánica (fecundación de las plantas, polinización por insectos, adaptación de las plantas al medio, orquídeas, etc). Las dolencias cardiacas que llevaban años dándole serios problemas le obligaban a tener que cuidar su salud. 

Charles Darwin 1878

Esos años perdió a sus amigos John Herschel (1871) y Charles Lyell (1875).

Charles Darwin murió en Downe el 19 de abril de 1882 a consecuencia de un ataque al corazón. Su féretro fue portado por miembros del parlamento y de la nobleza, el presidente de la Royal Society, el embajador de los Estados Unidos y sus amigos Hooker, Huxley y Wallace. Fue enterrado con honores de Estado en la Abadía de Westminster, junto a Isaac Newton y su amigo John Herschel.

Como ya les ocurriera a Copérnico y a Galileo, la mayor oposición a su obra científica vino por parte de la religión en un afán de limitar los conocimientos y la investigación al marco creacionista de la Biblia. Y como ellos hicieron con la astronomía, Darwin revolucionó el estudio de la biología que se conocía y se aceptaba hasta la época. El estudio del origen de la vida cambió de rumbo.

Fotos: Wikimedia Commons