Imprudencias, ni una ni media. Virus Covid 19.  Ilustración Pixabay Decía mi padre que "imprudencias, ni una ni media". Casi todo lo que hacemos tiene consecuencias, buenas o malas, pero las tiene. Cuando a priori sabemos que la consecuencia, de haberla, es mala, tenemos que andarnos con mucho cuidado. Sin embargo todos todos todos, hemos pecado alguna vez de "listos" y hemos pensado que "por una vez, qué va a pasar", "a mí eso no me pasa", "es una exageración", "eso no va conmigo" etc., y nos hemos lanzado a la piscina. Si uno toma una copa esporádicamente y se sube al coche, lo más fácil es que no pase nada, pero también podría pasar que ante una momentánea falta de reflejos por el alcohol, tengamos un accidente en el que nos matemos o matemos a alguien. Si uno es un alcohólico o un kamikaze y se sube al coche, no tiene perdón de Dios. Hay muchas posibilidades de que se lleve a alguien por delante y, además, de que le impor

Vacaciones en tiempos de pandemia (segunda parte). Todos los años hacemos en vacaciones algún viajecito interesante para ver mundo, y este año, como no, habíamos programado varias salidas al extranjero, que por culpa del dichoso Covid-19 tuvimos que anular. Tiempos difíciles estos de pandemia. Antes confinados. Ahora, confinados. Pero entre medias nos dejaron unos días donde parecía que podíamos movernos en poco. Así que a primeros de octubre nos animamos a hacer una pequeña rutilla por algún sitio poco concurrido de nuestra geografía. Así que optamos por una bonita zona del norte de Cáceres, Sierra de Gata y Las Hurdes, que no conocíamos y después ver algo de Albacete y la sierra de Alicante, y hacer, fundamentalmente, excursiones y senderismo. Todos los días antes de dormir, hice un pequeño resumen de la jornada para publicar en mi página de Facebook. No pretende ser una guía de viajes, pero sí puede servir de orientación a alguien que quiera conocer estos bonitos lugares poco masifi

Vacaciones en tiempos de pandemia (primera parte). Todos los años hacemos en vacaciones algún viajecito interesante para ver mundo, y este año, como no, habíamos programado varias salidas al extranjero, que por culpa del dichoso Covid-19 tuvimos que anular. Tiempos difíciles estos de pandemia. Antes confinados. Ahora, confinados. Pero entre medias nos dejaron unos días donde parecía que podíamos movernos en poco. Así que a primeros de octubre nos animamos a hacer una pequeña rutilla por algún sitio poco concurrido de nuestra geografía. Así que optamos por una bonita zona del norte de Cáceres, Sierra de Gata y Las Hurdes, que no conocíamos y después ver algo de Albacete y la sierra de Alicante, y hacer, fundamentalmente, excursiones y senderismo. Todos los días antes de dormir, hice un pequeño resumen de la jornada para publicar en mi página de Facebook. No pretende ser una guía de viajes, pero sí puede servir de orientación a alguien que quiera conocer estos bonitos lugares poco masifi

Josephine Baker. Cuba 1950 Ser mujer, negra, bisexual, libre, innovadora, luchadora por los derechos civiles de los negros, pacifista, activista antifascista, espía, madre adoptiva de 12 hijos, cantante, bailarina y actriz cuando todo esto no estaba demasiado bien visto, no debe ser muy fácil. Cualquiera diríamos que se trata de una superwoman reconocida por todo el mundo con múltiples honores. Sin embargo, seguro que para muchos es una auténtica desconocida: Josephine Baker . ¿Os suena? La primera vez que yo oí hablar de ella fue a mi abuela paterna, la yaya Victorina. Yo entonces era muy niña y no entendía muy bien todo su mérito, pero el tiempo se encargó de arreglar eso.  Josephine Baker, una niña sin infancia. Freda Josephine McDonald nació en los Estados Unidos (San Luis-Misuri) el 3 de junio de 1906 en una familia muy pobre. Sus padres se divorciaron enseguida y su madre se volvió a casar pronto. Josephine, alternaba la escuela con trabajos domésticos en casas de

Elefantes en Tanzania Seguramente cuando éramos chicos todos hemos querido ser aventureros. Aventureros de esos que iban con un gran cuchillo y un salacot cortando hojas enormes de una tupida selva para abrirnos paso. Evidentemente, al final nos íbamos a encontrar con un alucinante paraje desconocido o un tesoro. A lo Indiana Jones. Como yo he tenido la gran suerte de pasar mi infancia en el campo, subiendo a los árboles, cogiendo renacuajos o llenándome las piernas de ronchones por las ortigas, ese tipo de aventura me parecía “lo más”. La realidad es que para los aventureros y descubridores de verdad, sus expediciones normalmente no han tenido tanta emoción ni tanto glamour como nos lo imaginamos y sí muchas más angustias y peligros. La vocación misionera de David Livingstone. David Livingstone nació el 19 de marzo de 1813 en una familia humilde y religiosa de un pueblo de Escocia. Fue el segundo de los siete hijos del matrimonio y a los diez años ya trabajaba más de d