David Livingstone: el misionero explorador.


Elefantes en Tanzania-David Livingstone: el misionero explorador. martapayo.com
Elefantes en Tanzania
Seguramente cuando éramos chicos todos hemos querido ser aventureros. Aventureros de esos que iban con un gran cuchillo y un salacot cortando hojas enormes de una tupida selva para abrirnos paso. Evidentemente, al final nos íbamos a encontrar con un alucinante paraje desconocido o un tesoro. A lo Indiana Jones. Como yo he tenido la gran suerte de pasar mi infancia en el campo, subiendo a los árboles, cogiendo renacuajos o llenándome las piernas de ronchones por las ortigas, ese tipo de aventura me parecía “lo más”.

La realidad es que para los aventureros y descubridores de verdad, sus expediciones normalmente no han tenido tanta emoción ni tanto glamour como nos lo imaginamos y sí muchas más angustias y peligros.

La vocación misionera de David Livingstone.

David Livingstone nació el 19 de marzo de 1813 en una familia humilde y religiosa de un pueblo de Escocia. Fue el segundo de los siete hijos del matrimonio y a los diez años ya trabajaba más de doce horas en una fábrica de algodón para ayudar a la economía familiar. Sin embargo el joven David, sacaba horas de donde no las había para estudiar y así llegó a sacarse los títulos de Medicina y Teología en la Universidad de Glasgow, se hizo miembro de la Sociedad Misionera de Londres y, en 1840, fue ordenado sacerdote protestante. Su vocación religiosa era profunda y activa. Quería, entre otras cosas, evangelizar en los lugares más remotos de la Tierra y acabar con la esclavitud en el mundo.

Retrato de David Livingstone-David Livingstone: el misionero explorador- blog martapayo.com
Retrato de David Livingstone

Livingstone: Los primeros años en África.

En un principio su intención era haber ido a las misiones en China, pero este deseo fue frustrado por las Guerras del Opio (1839-1842) de aquel país que impidieron el viaje. Por ello, a propuesta de Robert Moffat, reputado misionero en Africa que entonces se encontraba en Gran Bretaña, se embarcó para Ciudad del Cabo, donde llegó en marzo de 1841. De ahí se fue a Kuruman y estableció su cuartel general desde donde partirían sus primeras expediciones de cristianización.

En 1842 David Livingstone viajó hacia el norte bordeando desierto del Kalahari llegando más lejos que ningún otro explorador, predicando el evangelio, aprendiendo las lenguas de los nativos que se iban encontrando,  familiarizándose con sus culturas y siendo uno más de la tribu. Las expediciones Livingstone eran mucho más modestas que las de otros colegas de la época, tanto en animales de carga, en equipamientos, armas o porteadores, a los que trataba como compañeros, ganándose un afecto y su lealtad.

En 1843 llegó Robert Moffat a Kuruman con su mujer y su hija Mary. David y Mary se enamoraron y empezaron una relación, a pesar de que a la madre de Mary no le hacía mucha gracia. En Kuruman Mary ejerce de maestra y David de médico.

En 1844 en un viaje hacia Mabotsa, donde iban a abrir una misión y preparar su futuro hogar, fue atacado por un león. Gracias a la rápida intervención de su gente, el león no se lo comió, pero le dejó graves secuelas un su brazo izquierdo que le impidieron de por vida coger un arma para su propia defensa. Hay que tener en cuenta que estamos en la selva.

David y Mary se casaron en 1845 y vivieron en distintos poblados, en unas condiciones muy duras para los europeos, ejerciendo la medicina, la enseñanza y haciendo una intensa labor evangelizadora en la región, cambiando continuamente de lugar de residencia. Desde los comienzos de su vida en África, la misión de ambos era la evangelización y alfabetización de los nativos, la cura de sus enfermedades, poner fin al comercio de marfil y, fundamentalmente la abolición de la esclavitud, una práctica muy extendida por "comerciantes" árabes, indios y europeos. 

En 1847 Livingstone conoció a Sechele, jefe de la tribu Kwêna de la actual Botsuana. Sechele se convirtió al cristianismo, aprendió a leer y a escribir y fue un gran conocedor de la Biblia. A instancia de Livingstone tuvo que renunciar a la poligamia (se tuvo que divorciar de cuatro de sus cinco esposas), así como a algunos rituales tribales (la danza de la lluvia, por ejemplo). Se bautizó en 1848 y juntos fundaron la misión de Kolobeng. A finales de la década, en una época de sequía, ambos caen en desgracia en la tribu donde vivían porque no podían traer las lluvias con sus ritos. Sin embargo con el tiempo Sechele fue relajándose en las costumbres llegando a ser mitad cristiano mitad pagano.

Botsuana. Desierto Kalahari - David Livingstone: el misionero explorador - blog martapayo.com
Botsuana. Desierto Kalahari (Pixabay)

En 1849 David, Mary y sus tres hijos, junto al aventurero inglés William Cotton Oswell, emprenden su primer gran viaje de exploración, preparado por su suegro, Robert Moffat. Mary le acompañaría en las primeras expediciones, incluso embarazada y con los niños pequeños a cuestas. Fue una mujer valiente y una gran exploradora también, que se vio limitada por la situación familiar y eclipsada por su marido. Así, la familia, el aventurero y su pequeño equipo se adentran en el desierto del Kalahari y el 1 de agosto descubren el lago Ngami. A la llegada de este viaje nació su cuarto hijo, una niña que murió a los pocos días. 

Los Bóeres eran colonos fundamentalmente de ascendencia holandesa (s. XVII), afincados en Sudáfrica, que tenían una lengua propia, eran mayormente calvinistas y se dedicaban sobre todo a la agricultura. Eran racistas y esclavistas. Por esas fechas colonos británicos comenzaron a ocupar territorios de los bóers, lo que generó sus correspondientes guerrillas. Los británicos, que ya habían abolido la esclavitud en sus territorios y colonias, empezaron a dar más derechos legales a las tribus. En su ruta hacia África central, los bóers tenían que atravesar el territorio Kwêna y acusaron a Livingstone de proporcionar rifles y armas a estos pueblos para su defensa, lo que hizo temer a Livingstone por su seguridad y la de su familia y tuvieron que  dejar Kolobeng y huir al norte. 

Posteriormente, en 1852, un grupo de esclavos de los Bóeres escaparon y se refugiaron en territorio Kwêna. Los Bóeres destruyeron la misión de Kolobeng y atacaron a los Kwêna en Dimawe, donde cogieron muchos prisioneros, mujeres y niños. Sechele y otros jefes terminaron derrotando a los Bóeres. Sechele y la Sociedad Misionera de Londres protestaron por las acciones de los Bóeres ante las autoridades británicas, pero debido a que estaban en plenas negociaciones diplomáticas con ellos, no les hicieron mucho caso. Sin embargo, de todo ello daba buena cuenta David Livingston en sus escritos.

En 1851 llegan al río Kwando, afluente Zambeze, un lugar desconocido hasta entonces y del que apenas había referencias indígenas (Linyanti). En este viaje nace su quinto hijo. Estos descubrimientos le consagran como explorador en Gran Bretaña, donde le otorgan una medalla y la Real Sociedad Geográfica le gratifica con un premio en metálico para continuar con sus exploraciones.

Familia Livingstone

Los viajes eran muy duros para los niños tan pequeños y para su madre que, entre las condiciones extremas de las expediciones, los embarazos y los partos, estaba bastante cansada, así que en 1852, a petición de Livingstone, que los acompaña a Ciudad del Cabo, Mary y sus cuatro hijos se marchan a Escocia. Allí vivirían en condiciones muy precarias, con algún familiar, amigo o pensión de mala muerte. 

Al final de su vida David Livingstone se reprochó no haberse preocupado más por el bienestar de su mujer y, sobre todo de sus hijos, dejándolos siempre al cuidado de su familia en Escocia.

Río Zambeze y Cataratas Victoria
Foto De Diego Delso, CC BY-SA 4.0, commons.wikimedia.org

Primer gran viaje de Livingstone: El río Zambeze y las cataratas Victoria.

Desde 1852 a 1856 atraviesa África desde el océano Atlántico hasta el Índico. David Livingstone pensaba que el Zambeze comunicaba las aguas de estos dos océanos y que la evangelización, el comercio y la civilización del interior de África, se favorecería abriendo Sudáfrica hacia el norte mediante la exploración y el conocimiento de sus ríos navegables para facilitar la entrada de misioneros y comerciantes, además de evitar atravesar la zona Bóer.

Desde El Cabo, donde había dejado a su familia, se dirige al río Zambeze, en cuyo valle vivían los pueblos Makololo (ahora estarían al sureste de Zambia). El joven rey Sekeletu hizo muy buenas migas con Livingstone y le proporcionó 27 hombres que le acompañarían como porteadores hacia el noroeste hasta la ciudad atlántica de Luanda, donde llegan en mayo de 1854. Tras pasar unos meses en esta ciudad para el descanso de sus hombres y recuperar su propia salud, muy dañada por el durísimo viaje y las constantes enfermedades infecciosas que le perseguían. En cuanto se repuso, fue intentar mediar por los esclavos de la fortaleza portuguesa de San Pedro de la Barra (un gran centro de comercio de esclavos), muy cerca de de Luanda, que estaban esperando a ser trasladados o vendidos, pero no pudo conseguir nada. 

Cataratas Victoria (Pixabay)
En septiembre de ese año ponen rumbo hacia el Zambeze para continuar hacia el este buscando la costa Índica. Es en este viaje, siguiendo el curso del río, cuando descubre, el 16 de noviembre 1855, las grandes cataratas del Zambeze, que él bautizó como Cataratas Victoria en honor a la reina Británica: Vieron un resplandor a lo lejos, a medida que se acercaban una espesa niebla les empapaba hasta dejarles calados hasta los huesos y un ensordecedor estruendo les impedía oírse los unos a los otros, incluso a voces. Cuando la vegetación les permitió ver el origen de ese fenómeno, se encontraron con el espectáculo más hermoso, salvaje y poderoso que habían visto nunca: Las impresionantes cataratas del Zambeze (tienen unos 1700 metros de ancho por 108 de alto). Los Makololo las llamaron “mosi-oa-tunya”, “el humo que truena”. Llegó a Quelimane, en Mozambique, el 20 de mayo de 1856. Durante todo el viaje escribió, anotó, detalló y dibujó minuciosamente todos los lugares por los que iban pasando, la geografía, topografía y vegetación, los acontecimientos que iban viviendo, la aberrante caza de esclavos contra la que luchó en todo su recorrido y la masacre de elefantes para el comercio de marfil.

Livingstone, héroe nacional.

David Livingstone volvió a Inglaterra el 9 de diciembre de 1856 convertido en un héroe nacional, y se reencontró con su familia, que para entonces estaba viviendo en unas condiciones bastante precarias.

Escribe su libro Viajes e investigaciones de un misionero en Sudáfrica, que es un gran éxito. En él, no solo hace unos mapas detallados y aporta unos datos geográficos, topográficos y cartográficos de incalculable valor de una zona de África absolutamente desconocida y que figuraba en blanco en los mapas, sino que da testimonio de las calamidades humanas que allí se viven: las enfermedades, el hambre, la ignorancia, el comercio ilegal y, sobre todo, la esclavitud; el cruel e inhumano comercio que hace el hombre blanco con los nativos africanos.

Rutas Viajes de David Livingstone

Livingstone es una leyenda en vida. Se hace rico y saca a su familia de la pobreza. Da conferencias donde cuenta sus aventuras e insta a los jóvenes a continuar la labor misionera que él había empezado en África. Por otra parte, deja la Sociedad Misionera, al parecer por un desacuerdo con una misión que se pretendía fundar en Makololo. Publica un segundo libro, también con mucho éxito: Conferencias del Dr. Livingstone en Cambridge”.

Segundo gran viaje de Livingstone: Expedición al Zambeze.

En 1858 vuelve a África como cónsul británico en Quelimane junto con su esposa Mary, que le iba a acompañar en su siguiente expedición al Zambeze, pero nuevamente embarazada, abandona el proyecto y se va con sus padres a Kuruman, donde tiene el niño, y después regresa a Gran Bretaña. 

En 1858 Livingston inicia un nuevo viaje de exploración, financiado por el gobierno británico, en la que iba también su hermano menor Charles. Esta expedición en barco, cuyo objetivo era abrir vías de comunicación por el Zambeze, fue bastante ruinosa y esos años muy desgraciados. El río Zambeze resultó no ser navegable, debido a la gran cantidad de rápidos y cascadas de su recorrido, así que tiene que buscar rutas alternativas. Así, siguiendo el curso del río Shire, afluente del Zambeze, descubre el lago Nyasa, hoy lago Malawi, se establece en la zona y desde allí simultanea su labor misionera y médica con la exploración de los alrededores, buscando ríos y caminos. Sin embargo se encuentra con que las fiebres, la sequía y el hambre habían debilitado y diezmado su equipo, los Makololo fueron exterminados por los conflictos entre tribus, había graves tensiones entre los oficiales de la expedición y los indígenas africanos de las zonas adyacentes al lago Nyasa estaban terriblemente perseguidos por los cazadores de esclavos  bóeres, árabes y portugueses. 

Para reponer fuerzas, renovar el equipo y hacerse con un barco de vapor que pudiera remontar el río, se dirigen al campamento de Shupanga, cerca de la desembocadura del Zambeze. Allí se encuentra con su mujer Mary que iba a unirse a la expedición. Sin embargo tanto ella (27 de abril de 1862) como su hermano Charles mueren el víctimas de una implacable malaria. 

Terminado el barco, Lady Nyasa, subieron por el río Ruvuma, donde la mayoría de los exploradores desertaron o murieron. Después Livingston, con su pequeño barquito, una escasa tripulación que apenas tenía entrenamiento y poco combustible, inició un peligroso viaje de 2500 millas (unos 4000 km) bordeando la costa todo lo que pudo, a través del Océano Índico hasta llegar a Bombay. Esta odisea duró 4 meses. En Bombay puso en venta el Lady Nyasa. 

Aunque treinta años después los descubrimientos de ese viaje fueron valiosísimos por su aportación científica, geográfica y comercial, entonces fue considerado un auténtico fracaso. Por ello se le retiraron los fondos y fue llamado a Inglaterra a rendir cuentas, donde llegó en 1864.

Tercer gran viaje de Livingstone: En busca de las fuentes del Nilo.

Cuando llega a Londres es muy criticado por la prensa. Publica Relato de una expedición al Zambeze y sus afluentes un libro basado en sus propias anotación y en las de su hermano Charles, que había llevado su propio cuaderno de viaje. En él, además de abordar las posibilidades comerciales y de civilización de la zona, hace una feroz crítica al comercio de esclavos y la necesidad de su supresión. 

A final de año se entera de la muerte de su hijo mayor Robert, que se encontraba luchando por el Norte en la Guerra de Secesión Americana. Tenía 18 años. 

Lago Victoria en el punto del nacimiento del Nilo (Pixabay)

El año siguiente, 1865, la Real Sociedad Geográfica de Londres le propone una expedición para encontrar las verdaderas fuentes del Nilo. En 1858, los oficiales y exploradores británicos Richard Francis Burton y John Speke descubrieron el lago Tanganica, el segundo lago mayor del mundo. Burton pensaba que habían encontrado las fuentes del Nilo, pero Speke era bastante escéptico al respecto y pensó que había que seguir buscando. Aquí se inicia una importante rivalidad entre ellos: los dos tenían una desmesurada ambición por la fama de atribuirse el descubrimiento. Burton se pone enfermo debido a las penosas condiciones de la expedición y Speke continúa solo. Tiene noticias por los indígenas de la zona de otro gran lago y se dirige hacía allí. Cuando llega al  lago al que bautiza con el nombre de lago Victoria en honor a la reina de Inglaterra, piensa, acertadamente, que el nacimiento del Nilo está cerca de allí, pero no lo encuentra. El lago Victoria es el más grande de toda África (su superficie, unos 70.000 km2 es como toda Irlanda). Cuando regresan a Inglaterra se enzarzan en una batalla ante la RSG sobre la fiabilidad de sus descubrimientos, la cual financia una nueva expedición de John Speke, que esta vez va con el oficial James Augustus Grandt, al lago Victoria para certificar el hallazgo. Cuando Speke piensa que está cerca, se adelanta a Grandt para no tener que compartir la gloria y localiza las fuentes del Nilo en un punto que él llama las cataratas de Ripon (ahora bajo agua por una presa que subió el nivel del agua del lago). Sin embargo el gran poder de convicción de Richard Francis Burton y un sospechoso accidente de caza que mató a John Speke con su propia arma el 18 de septiembre de 1864, justo el mismo día en que iban a enfrentarse en un cara a cara para probar sus teorías, hicieron que la la Real Sociedad Geográfica no cerrase el asunto de las fuentes del Nilo.

Por eso, en 1865 la Real Sociedad Geográfica propone a David Livingston una expedición que despeje definitivamente las dudas sobre el nacimiento del Nilo. Antes de partir y ante los problemas de salud que presentaba, los médicos le habían aconsejado que se operase de hemorroides, pero él no quiso. Esto pudo influir en la delicada salud que sufrió en este tercer gran viaje.

Esclavos siendo llevados al mercado de Zanzibar

Livingstone planificó la expedición en Bombay, donde reclutó a algunos hombres indios. Llegó a Zanzíbar en enero de 1866. Zanzíbar es la capital de la isla Unguja, cerca de la costa de Tanzania, en cuya parte antigua, Stone Town, estaba entonces el principal mercado especias y de esclavos de África Oriental. Se calcula que entre 1830 y 1873 se subastaron allí más de 600.000 negros como esclavos por comerciantes europeos, árabes e indios y Livingstone calculó que más de cada año morían más de 80.000 africanos antes de llegar a esa ciudad para ser vendidos. Durante los dos meses y pico que Livingstone pasó allí intentó persuadir al gobernador para que suprimiera esta práctica, pero solo obtuvo buenas palabras y cero resultados. Una vez organizado el viaje y el equipo de hombres, animales de carga, víveres y material preciso, se pusieron en camino en el mes de marzo. (También en la ciudad de Zanzibar -Stone Town nació Freddy Mercury -Queen- el 5 de septiembre de 1946)

David Livingstone era el único europeo de la expedición, pero tenía dos fieles ayudantes nativos Chuma y Susi, que estaban bien preparados. Siguiendo el cauce del río Rovuma, se adentraron en el interior del continente. Como siempre su objetivo principal era la difusión del evangelio y la abolición de la trata de esclavos, por lo que su plan era abrir una ruta para el comercio legítimo y la influencia cristiana en todos los caminos al interior del continente. Ahora se había añadido un nuevo reto, descubrir las fuentes del Nilo. 

En un principio quiso evitar el territorio portugués para llegar al Tanganica pasando por el norte del lago Nyasa, pero los ataques de las tribu Ngoni les obligaron a ir hacia el sur. 

No fue este el único contratiempo. Pronto se constató que los porteadores indios no era válidos para la misión y muchos de los africanos, ante los ataques tribales, huyeron llevándose animales y medicinas, dejando el equipo de expedición en unas lastimosas condiciones tanto en cuanto a personas como en recursos. Cuando estos desertores llegaron a Zanzíbar dijeron que Livingston y el resto de los porteadores habían sido asesinados por los Ngoni, lo que conmocionó a Europa. En estas condiciones, con apenas 13 hombres, el terreno cada vez más difícil y la salud cada vez más delicada, bordeó el lago Nyasa por el sur y se encaminó hacia el norte hacia el lago Tanganica. Descubrió los lagos de Bangweulu -1867- y Moero -1868- tomando buena nota de todo el recorrido fluvial y, ayudado por unos comerciantes árabes, llegó muy enfermo a Ujiji (en la actual Tanzania), a la vera del Tanganica, en 1869. 

Cabaña de Livingstone en Ujiji
Aunque habría aprendido y escrito muchos sobre los lugares, la geografía y las culturas, de los pueblos por donde había pasado, sin olvidar nunca su labor evangelizadora, Livingstone no había cumplido su cometido de encontrar las fuentes del Nilo. Así que en cuanto su precaria salud se lo permitió, se puso de nuevo en marcha con un pequeño grupo de hombres hacia la zona oeste del lago. Atravesó la zona de los manyema, una tribu bantú que parece ser que practicaba el canibalismo y llegó a Nyangwe, el punto más al oeste al que había llegado jamás un europeo, y al río Lualaba (marzo 1871), que erróneamente identificó como el Nilo, cuando realmente se trata de la cabecera del río Congo. En octubre, completamente agotado y enfermo, regresa a Ujiji.

"El doctor Livingstone, supongo".
Durante casi un año después de que los desertores le dieran por muerto en Zanzíbar, David Livingston estuvo muerto para todo el mundo. Sin embargo los rumores de que vivía y estaba perdido en la selva eran cada vez más insistentes. En 1868 el editor del periódico New York Herald envía al periodista y explorador británico-estadounidense Henry Morton Stanley a buscar a Livingston, después de que cubriera una serie de trabajos previos, como la inauguración del Canal de Suez y otros eventos en Oriente Medio. Así, en febrero de 1871 parte desde Zanzíbar al mando de una expedición de más de 190 hombres y todos los medios necesarios. Como dice en la famosa frase de la película Parque Jurásico, “no repararon en gastos”. Stanley fue uno de los grandes exploradores del siglo XIX, y llevaba grandes equipos de material, suministros y porteadores, a los que, desde luego, no trataba con la misma consideración con que lo hacía Livingstone. Las malas lenguas dicen que el tema de la esclavitud parece que le importaba más bien poco.

Encuentro de Livingstone y Stanley en Ujiji

Tras nueve meses de un durísimo viaje en todos los aspectos, Stanley llegó al poblado de Ujiji donde se encontró con un hombre alto, enjuto y muy enfermo al que saludó con la célebre frase: “El doctor Livingstone, supongo”.

Juntos exploraron la región norte del lago Tanganica y mantuvieron muy buena relación. De hecho, Livingstone entregó a Stanley una serie de cartas, documentos y mapas que le fueron de inestimable valor en sus viajes posteriores. Viendo Stanley la precaria salud de Livingstone, intentó que regresara con él a Inglaterra, pero Livingston, que no había cumplido con su misión de encontrar el nacimiento del Nilo y terminar con la trata de esclavos, no se dejó convencer. Se separaron en Tabora en marzo de 1872. Stanley puso rumbo a Zanzíbar y Livingstone continuó en la selva, en lo que sería la última “excursión” de su vida. 

Descubrió varias tierras adyacentes al Tanganica y los alrededores del lago Bangweulu, pero su cuerpo, presa de enfermedades tropicales y la disentería, ya no podía más. Porteado por sus fieles hombres, encabezados por Susi y Chuma, a través de la lluvia, el barro y las tierras pantanosas llegaron a la aldea de Chitambo (en la actual Zambia). Se lo encontraron muerto, de rodillas junto a la cama, como si su última acción hubiera sido la oración, el día 1 de mayo de 1873.

Porteando el cuerpo de Livingstone a Zanzibar

El último viaje de David Livingstone.

El buen hombre blanco de corazón negro, David Livingstone, había muerto en África, a la que tanto había amado y por la que tanto había luchado, y los africanos, que a su vez tanto le amaron a él, se quedaron con su corazón. Lo enterraron bajo un mukwa, un árbol grande y de agradable aroma. El resto del cuerpo lo embalsamaron con sal y, en un penoso viaje de nueve meses, lo llevaron a Zanzíbar. De allí lo embarcaron hacia Inglaterra, donde fue enterrado en la abadía de Westminster de Londres el 18 de abril de 1874 en un fastuoso funeral con todos los honores. Sus fieles servidores, Susi y Chuma, se pagaron de su bolsillo un billete para asistir a la ceremonia, pero llegaron tarde. Vagaron por las calles de Londres como por una extraña selva de edificios hasta que alguien se apiadó de ellos y los devolvió a África.

Un mes después del fallecimiento de Livingston, Zanzíbar firmaba un acuerdo con Gran Bretaña para abolir la esclavitud y en 1876 quedaba definitivamente prohibida la venta de esclavos.


En la lápida de David Livingston en la catedral de Westminster reza:

«Llevado por manos fieles por tierra y mar, aquí descansa David Livingstone, misionero, viajero, filántropo, nacido el 19 de marzo de 1813 en Blantyre, Lanarkshire, muerto el 1 de mayo 1873 en el pueblo de Chitambo, Ulala. Durante treinta años dedicó su vida al incansable esfuerzo de evangelizar a las razas nativas, explorar tierras desconocidas y combatir el comercio de esclavos en África Central, donde, con sus últimas palabras escribió, «todo lo que puedo añadir en mi soledad es que el cielo bendiga a cada uno, americano, inglés o turco que ayude a sanar esta llaga abierta en el mundo».


Fotos: Wikimedia Commons.

Bibliografía:

Grandes exploradores de la historia de la humanidad. BBVA.
Los setenta grandes viajes de la historia. Robin Hanbury-Tenison. Círculo de Lectores.

Internet:

* wikipedia.org/wiki/
* biografiasyvidas.com/biografia/l/livingstone.htm
*lavanguardia.com/historiayvida/historiacontemporanea/20190809/47311823970/livingstone-y-stanley-un-encuentro-para-la-historia.html
* mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=livingstone-david
* elpais.com/elpais/2013/03/19/africa_no_es_un_pais/1363678200_136367.html
* britannica.com/biography/David-Livingstone

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