Motivaciones para escribir.


"Eppur si Muove": un rescate en el tiempo. Marta Payo Yubero. Disponible en Amazon

Antes de sentarse uno en el ordenador para empezar contar una historia, ya tenemos una idea de ella en la cabeza. Tenemos un esbozo, como un esqueleto, de lo que serán nuestros personajes, el entramado, las situaciones y la acción. Tenemos una idea de cómo queremos que empiece y cómo queremos que termine. Y a partir de aquí, ante nuestro teclado y nuestra página en blanco, tenemos un horizonte de trabajo, documentación y creación que a veces da un poco de vértigo. 

Motivaciones para escribir.

Pero cuando contamos una historia, también se la contamos a alguien. Cuando empecé a escribir "Eppur si muove": un rescate en el tiempo. pensé en los adolescentes. Además, quien la ha leído opina que está impregnada toda ella de un toque didáctico.
Pensé en los niños y los adolescentes porque están en una edad de formación en cultura y valores, porque tienen ilusión, porque es importante hablarles de libertad, generosidad  y respeto, porque se supone que tienen ganas y muchas cosas que aprender, porque quieren arreglar el mundo y porque, en un futuro no muy lejano, el mundo será suyo… Es más, sin proponérmelo, me sale hablar para ellos. ¿Para ellos?
Estoy convencida de que la mayoría de la gente no somos malos, que intentamos llevar nuestra vida lo mejor posible e, incluso, hacer las cosas bien para los demás. Sin embargo, los adultos estamos dejando un mundo donde más de la mitad de la población vive en una situación miserable o intentando subsistir en mitad de terribles guerras y la otra mitad nos justificamos y acallamos nuestra conciencia mirando, sin darnos cuenta, para otro lado; un mundo donde la destrucción de nuestro hábitat va en una escalada que puede ser imparable para el beneficio económico de unos pocos; donde la empatía con el sufrimiento ajeno es, muchas veces, una quimera; donde hay demasiadas personas sin escrúpulos que se sirven del “todo vale” para tener poder o hacerse ricas…
Los “adultos”, los que teníamos que dar ejemplo de buen hacer, los que se supone que estamos educados, los que en teoría sabemos más, los que manejamos los hilos del mundo, estamos destruyéndonos y destruyendo e planeta. Y los jóvenes aprenden de nosotros todas esas cosas. ¿No somos los adultos los que, visto lo visto, pecamos de una ignorancia supina?
Como ya he dicho, la mayoría de las gente de a pie, no somos malos, pero podemos hacer bastante poco contra la maquinaria de intereses con que los ricos y los poderosos machacan al mundo como una apisonadora, pero sí podemos hacer mucho por mejorar nuestro pequeño entorno, por hacer que cada día alguien se sienta un poco mejor y nuestra pequeña parcela esté un poco más limpia. 
Hay, por supuesto, excepciones de gente admirable -superhéroes- que luchan, la mayoría de las veces desde el anonimato, con su trabajo, su generosidad y su entrega por todas las personas en situaciones más críticas y causas más sangrantes. Desde aquí, mi admiración, mi respeto y mi homenaje.

¿Para quién escribo?

Entonces, ¿para quién escribo? Pues escribo para los niños y adolescentes, pero de cualquier edad. Para aquellos que, en algún lugar de su alma sientan esa curiosidad juvenil  por el mundo en el que viven y tengan la esperanza de que se puede arreglar lo que está mal; que mantengan ilusión por descubrir cosas; por aprender; que valoren la amistad, la familia (en cualquiera de sus formas), el respeto y la libertad. Para los que saben del incalculable valor de la educación y la formación en valores humanos como las armas más poderosas para luchar contra todas las tropelías que se comenten.
Creo que la mayoría de nosotros puede verse reflejado en algún momento con Rubén, nuestro protagonista adolescente de "Eppur...", en sus ideas, sus sentimientos o sus vivencias, lo que hace que nos metamos fácilmente en su piel para vivir su aventura. Y creo que “Eppur…”, además de hacernos pasar unos momentos emocionantes en la propia lectura, puede, de alguna manera, reconciliarnos con lo mejor de nosotros mismos.
* * * * * 
Ahora estoy escribiendo e ilustrando una colección de cuentos: Cuentos para leer con los papás, de la que os iré informando. Son cuentos para niños, de fácil lectura y trama interesante, pero que sería bueno que, en algún momento, los leyéramos junto a nuestros hijos (o nuestros alumnos) para hablarles del tema que se aborda y resolver dudas, aclarar conceptos o afianzar los principios éticos. Tratan, entre otras, cuestiones como la discriminación, el acoso, la familia, el egoísmo, la autoestima, la ecología, la responsabilidad, etc… A ver si soy capaz de sacar el primero antes de Navidad.

Comentarios

  1. Marta me parece fantástico. Es una idea preciosa. Espero que te lean millones hay que despertar muchas conciencias y cambiar intereses pasando de los puramente económicos a los sociales y de cuidado del medio ambiente...es difícil pero el cambio debe venir y mejor que sea pacífico. Un beso

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  2. Apreciada Marta.
    Estoy deseando empezar a leer EPPUR, el cuál, ya tengo en mi poder.
    En cuanto a la colección de cuentos que tienes entre manos, pienso que es una idea magnífica que va a ayudar mucho, tanto a niños como a mayores. Yo aún no tengo nietos pero, me encantará tenerlo también.
    Por tus escritos observo que tienes una gran capacidad literaria, así como grandes valores que tuve la gran suerte de conocer al ser compañeras. Un abrazo. Charo M R

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