Vicente Ferrer Moncho, un hombre bueno.
“Mi trabajo consiste en conseguir sueños imposibles” Foto de Anna para Flickr |
Vicente Ferrer, la necesidad de hacer algo útil.
Vicente Ferrer nació el 9 de abril de 1920 en Barcelona. Siendo un chaval de 16 años, tuvo que enrolarse en el ejército republicano, en la llamada Quinta del Biberón y, a tan temprana edad, conoció el dolor de la derrota y las miserias de un campo de concentración. Cuando terminó la guerra empezó la carrera Derecho en la Universidad. No obstante, en su deseo de ayudar a los pobres, floreció su vocación religiosa y en 1944, abandona la carrera e ingresa en la Compañía de Jesús, en la creencia de que esta orden era la que más se adaptaba a su ideal para cumplir su misión. Vicente no se conformaba con rezar. Quería ser útil. No solo amaba a Dios. Amaba a los hombres (y, como gramaticalmente hablando, soy una clásica, utilizo el masculino plural para englobar hombres, mujeres y a todas las personas). Y los amaba tanto que decidió dedicar su vida a los más desfavorecidos de la Tierra.
El 13 de febrero de 1952 llega a Bombay como misionero jesuita y empieza la andadura de este gran santo no reconocido. Terminada su formación fue ordenado sacerdote en 1956.
Niños en un pozo de agua.
Foto de Ritst Arya en Pexels
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Pobreza en la India Foto de Billycm en Pixabay |
Ante tanta presión internacional, la primera ministra Indira Ghandi le “recomendó” unas vacaciones forzosas fuera del país, asegurándole que no tendría problemas en regresar a la India. Aunque sí pudo regresar con alguna demora en el tiempo y después de que Indira Ghandi en persona intermediara por su visado, tampoco se lo pusieron fácil, pues no querían acogerle ninguna región. Recala en la mísera y desértica región de Anantapur.
Vicente Ferrer empieza de nuevo.
En 1969 funda en Anantapur, con la ayuda del inglés Ronald Hudson y varias ONG´s, el Consorcio para el Desarrollo Rural (RDT), premiada en 1994 con el Premio Nacional al Mejor Proyecto Ecológico por el gobierno holandés.
También en 1969 crea, junto a Anna Perry la Fundación Vicente Ferrer para el sostenimiento económico de su obra en la India y en la que, entre otras cosas, a través de donaciones se puede apadrinar a un niño y garantizar su educación y mantenimiento. En 1996 la Fundación abre su primera oficina en España (Barcelona).
Mujeres indias trabajando del campo. Foto de Pixabay |
Se queda solo con el único apoyo de Anna Perry. Se casan en 1970. Esta boda es muy mal vista por los sectores más conservadores y religiosos. No solo porque Anna es 27 años más joven, sino que, además, es protestante. La Compañía de Jesús, le cierra las puertas en toda la India. Anna y Vicente tuvieron tres hijos, Moncho, Yamuna y Tara.
Vicente y Ana Ferrer Foto de Capics para Flickr |
No solo la Iglesia le da de lado. Su persecución por parte de las recelosas autoridades de la región fue especialmente intensa en la primera mitad de la década de los 70, e incluso, estuvo a punto de ser encarcelado. Después de su denuncia por acoso, la justicia falló a su favor. Continuó pateándose las tierras de la India desgastando las suelas de las sandalias hasta hacerlas desaparecer y trabajando con su equipo incansablemente hasta su muerte.
Sin embargo, su "gente", "sus pobres" y el mundo entero reconoce su labor solidaria, cooperante y humanitaria. Entre otros muchos premios y galardones a nivel mundial, en 1998 recibió, junto con otros hombres de bien, el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia.
Vicente Ferrer murió el 19 de junio de 2009 en su casa de Anantapur rodeado por su familia y admirado y querido por el mundo entero.
El día siguiente, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España crea el Premio Vicente Ferrer de Cooperación Internacional, para ensalzar a todas personas o instituciones que hayan destacado en su labor humanitaria.
A su fallecimiento, la Fundación había abierto tres hospitales generales, uno de VIH, un centro de control de natalidad, 14 clínicas rurales, más de 1650 escuelas, más de 30.000 viviendas, más de 2,7 millones de árboles plantados, multitud de obras sociales, pozos y embalses de agua y muchos miles de niños apadrinados.
Anna Ferrer (Foto de Juan Alonso para Wikimedia Commons) |
Algunas de sus frases:
"He declarado la guerra al dolor y al sufrimiento y he firmado un compromiso de paz: contribuir a la unidad entre las naciones y los pueblos".
“Mi trabajo consiste en conseguir sueños imposibles”.
"La acción buena nos hace felices, la mala nos destruye".
“La acción es una oración sin palabras .... La acción buena contiene todas las filosofías, todas las ideologías, todas las religiones”.
“Ninguna acción buena se pierde en este mundo. En algún lugar quedará para siempre”.
"La pobreza no está solo para entenderla sino también para solucionarla".
"La acción une a los hombres. Las ideologías suelen separarlos".
"Lo importante es hacer el bien".
Epílogo: Sí hay personas buenas, inteligentes, valientes, generosas, trabajadoras y activas. No vale criticar sin aportar. En nuestro reducido entorno siempre podemos hacer algo para mejorar la vida a alguien, para mejorar la educación, para mejorar el medio ambiente o para mejorar el planeta. Si todos pusiéramos nuestro granito de arena, en positivo, quizás el trabajo de estas grandes personas, los héroes de nuestro tiempo, los santos sin reconocer, sería un poco menos duro y un poco menos difícil.
Magnífico resumen de Don Vicente Ferrer. Padre de Anantapur.
ResponderEliminarCharo M. R.