El Quijote en nuestras vidas.

Portada Primera Edición de El Quijote.-El Quijote en nuestras vidas. https://pinceladasdelpasado.blogspot.com
Portada Primera Edición de 1605

El 16 de enero de 1605, salió a la luz la primera parte de uno de los libros más importantes de la literatura española y universal: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra. La segunda se publicó en 1615.

El Quijote y yo.

Todos lo estudiamos en el cole. Todos conocemos la imagen de Don Quijote y Sancho Panza cabalgando por los campos de Castilla, velando armas en una venta manchega o luchando contra los molinos con una bacía en la cabeza. Todos conocemos esas imágenes y muchas más que se nos han ido quedando en la cabeza viendo series y películas, (incluso de dibujos animados con el fin de acercar el personaje a los niños), o como reclamo publicitario. Todos hemos oído hablar de este libro, sobre su historia, su estilo literario, su contexto histórico, sus aventuras o sus enseñanzas, en los medios, la televisión y la prensa, o en referencias y comentarios literarios de otros autores u hombres de letras. Tanto que esto ha hecho que tengamos una visión muy familiar de D. Quijote y Sancho, como si fueran unos antepasados de nuestra propia familia o unos tíos lejanos.

Incluso somos muchos los que hemos leído esta magnífica novela. Debemos ser muchos, porque, según dicen, es el segundo libro más leído después de la Biblia. Esto es absolutamente meritorio teniendo en cuenta que la Vulgata (organización, revisión, selección y traducción de los textos bíblicos hebreos y griegos al latín), fue escrita por San Jerónimo en el siglo IV, y que fue el segundo libro impreso por Johannes Gutenberg a gran escala, unos 180 ejemplares, en 1454 (si consideramos que el primero fue El Misal de Constanza, que Gutenberg imprimió en 1449 a modo de ensayo), bastante antes de que hubiera nacido Cervantes, así que llevaba mucha ventaja.
Don Quijote leyendo libros de caballería. Gustave Doré-El Quijote en nuestras vidas.https://pinceladasdelpasado.blogspot.com
Dibujo de Gustave Dore
Mi primer contacto en serio con El Quijote fue en el cole (de monjas y de niñas). Ya lo habíamos estudiado en Literatura, “sabíamos” quién era Cervantes y podíamos decir de memoria el título de todas sus obras. Pero la profesora que tuvimos a los 13 años, tuvo una idea genial. Repartió los 126 (52 +74) capítulos de que consta la obra entre todas las alumnas y tocamos a unos tres capítulos por barba (entonces en las clases estábamos entre 40 y 50 alumnos). Teníamos que leerlos, hacer un resumen y exponerlo. Al final, todas nos enteramos de la historia con relativamente poco esfuerzo. 
Ya de adulta, sí leí El Quijote entero, en una versión de la Editorial Castalia, destinada a eruditos o algo así. Todas las páginas estaban llenas de superíndices y, a veces, más de las dos terceras partes de la hoja estaba destinada a contestar las aclaraciones. Tantas notas hicieron que puntualmente perdiera el hilo de la narración y que la novela se hiciera un poco interminable. Y eso sin contar con que el castellano antiguo me ralentizaba la lectura. Me llevó todo un verano. Pero la disfruté, aprendí mucho con ella y tengo en mi haber poder decir que “he leído El Quijote”. Espero hacerlo de nuevo, pero en una versión más fácil.

La magia de El Quijote.

Una de las cosas más mágicas de Don Quijote y Sancho Panza, es que han superado a la ficción y se han vuelto “personajes históricos”. A veces parece que cuesta desligarlos de la misma realidad en la que han existido personajes como Marco Polo, Cristóbal Colón o Lawrence de Arabia, porque ellos también han generado su propia mitología y su propia historia. Yo he estado en la venta de Puerto Lápice donde Don Quijote veló armas y fue nombrado “Caballero Andante” (una de ellas. Se disputan este privilegio El Toboso, Manzanares, Marjavacas o Membrilla, entre otras). En esta Venta del Quijote -Puerto Lápice- estuvimos degustando duelos y quebrantos, migas del pastor, gachas y otras comidas típicas manchegas que ya se comían en el siglo XVII. También he visto los molinos del Campo de Criptana, esos que nuestro caballero creyó ver convertidos en gigantes y atacó ferozmente. En el Toboso, se puede visitar la casa de Dulcinea, y en los Campos de Montiel, la cueva de Montesinos, donde Don Quijote estuvo preso. Hay rutas preparadas que recorren todos los sitios donde estuvieron nuestro caballero y su fiel escudero, que, para ser personajes nacidos de la imaginación y la pluma de un escritor, ya es bastante. 

Posible retrato de Cervantes. Juan de Jáuregui.-El Quijote en nuestras vidas. https://pinceladasdelpasado.blogspot.com
 Posible retrato de
Miguel de Cervantes
por Juan de Jáuregui
En los tiempos de Cervantes se pusieron muy de moda los libros de caballería. Los Caballeros Andantes eran una una fusión entre la realidad de los guerreros al servicio de un señor feudal o un rey y la leyenda, que los dotó de un honor y un valor excepcionales, unos ritos iniciáticos, una predisposición enfermiza a la aventura y una dama a la que servir, proteger y venerar. Pero eran de la época medieval. Miguel de Cervantes, con su novela, quiso ridiculizar este tipo de literatura, que consideraba anacrónica y fuera de lugar, mediante un libro burlesco y jocoso donde su personaje principal sería un excéntrico loco y su seguidor, un simple y un tarugo. 
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha tuvo muy buena acogida y la gente realmente se divirtió con él. Pero el tiempo ha demostrado que no se quedó solo en eso. El Quijote es un importante estudio de la naturaleza humana y por ello Don Quijote es un personaje universal que ha dejado frases y sentencias que llevamos metidas en el ADN y que, muchas veces, citamos sin saber de quién son. Aquí unas cuantas:

Frases de El Quijote

* “Cambiar el mundo, amigo Sancho, no es ni utopía ni locura, es justicia”.
* “El amor nunca hizo ningún cobarde”.
* “La libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”.
* ”Quien anda mucho y lee mucho, ve mucho y sabe mucho”.
* “No hay libro tan malo que no tenga algo bueno”.
* “Por la calle del ya voy, se va a la casa del nunca”. 
* “La ingratitud es hija de la soberbia”.
* “Bien predica quien bien vive”.
* “Cada cual, Sancho, es hijo de sus obras”.
* “No puede impedirse el viento, pero hay que saber hacer molinos”.
* “Sabed Sancho que no es un hombre más que otro sino hace más que otro”.
* “Sabe más el tonto en su casa que el sabio en la ajena”.
* “A menos que sea la muerte, para todo hay remedio”.
* “Confía en el tiempo, que duele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”.
* “El que no sabe gozar de la ventura cuando llega, no debe quejarse cuando pasa”.
* “Más vale el buen nombre que las muchas riquezas”.
* “Con la iglesia hemos dado, Sancho”.
* “¿Qué locura o desatino me lleva a nombrar las faltas ajenas, teniendo tanto que comentar de las mías?”.
* “Señor, una golondrina no hace verano”. 
     . . .

Don Quijote con nosotros.

Me gusta viajar y lo hago siempre que puedo. Como yo digo, “viajar también es aprender y es descubrir”. En una de estas escapadas, estuvimos en bastantes escenarios donde se rodaron muchas escenas de las películas de Harry Potter. Son lugares fantásticos. Visitamos, entre otros: La Universidad de Oxford, la catedral de Gloucester, el castillo de Alnwick o el viaducto de Glenfinnan -Escocia-, entre otros. Es una ruta espectacular. Pero allí ya no está Harry Potter… 
Don Quijote y Sancho. Gustave Doré-El Quijote en nuestras vidas. https://pinceladasdelpasado.blogspot.com
Dibujo de Gustave Doré
Aunque vivo en Granada, soy toledana y viajo con frecuencia a mi tierra. No me sorprendería mucho adelantar con el coche, a la altura de Consuegra, a esta pareja de personajes universales caminando lentamente sobre sus equinos y verlos alejarse siguiendo al sol. Ellos siempre estarán allí, en La Mancha.
Otra enorme novela, para mí equiparable a El Quijote, es Los miserables del gran escritor francés Victor Hugo. Una lectura que mantiene todo el tiempo los sentimientos y la emoción a flor de piel.  

Pero hay una cosa que no perdono a Cervantes, lo mismo que tampoco perdono a Victor Hugo: ni uno dio tiempo a su Alonso Quijano para disfrutar de su lucidez, ni el otro dio tiempo a su Jean Valjean para disfrutar de su paz. Los “mataron” demasiado pronto. No se lo merecían. Y a mí me gustan los finales felices.

Fotos: Wikimedia Commons.

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