David Livingstone: el misionero explorador.
Elefantes en Tanzania Seguramente cuando éramos chicos todos hemos querido ser aventureros. Aventureros de esos que iban con un gran cuchillo y un salacot cortando hojas enormes de una tupida selva para abrirnos paso. Evidentemente, al final nos íbamos a encontrar con un alucinante paraje desconocido o un tesoro. A lo Indiana Jones. Como yo he tenido la gran suerte de pasar mi infancia en el campo, subiendo a los árboles, cogiendo renacuajos o llenándome las piernas de ronchones por las ortigas, ese tipo de aventura me parecía “lo más”. La realidad es que para los aventureros y descubridores de verdad, sus expediciones normalmente no han tenido tanta emoción ni tanto glamour como nos lo imaginamos y sí muchas más angustias y peligros. La vocación misionera de David Livingstone. David Livingstone nació el 19 de marzo de 1813 en una familia humilde y religiosa de un pueblo de Escocia. Fue el segundo de los siete hijos del matrimonio y a los diez años ya trabajaba más de d...